Para ampliar los modelos de comprensión relacionados con el estudio de la migración, los autores se apoyan sobre un referencial psicoanalítico familiar, se interesan por los procesos psíquicos de las transmisiones, muy impregnadas de creencias culturales, implementadas en los jóvenes migrantes africanos a la edad adolescente, que se van solos, sin su familia, poniendo en peligro su vida. Aquí, nuestro interés se dirige a una forma de migración que no implica la necesidad de protegerse de la guerra o de la situación extrema de tener que proteger su vida. Es una migración en apariencia « elegida » por los adolescentes por razones económicas o en la que la pobreza está en primer plano, pero que está muy impregnada de lo que espera la familia, inscribiéndose en un mito cultural llamado « El niño bendecido ». Desarrollando un punto de vista psicoanalítico grupal familiar y etno psicoanalítico, los autores demuestran la manera en la que estos jóvenes migrantes están sujetos a su vínculo familiar, y como el movimiento migratorio interviene como participante en un proceso de afiliación que entra en juego en la construcción identitaria del sujeto así como en la reestructuración de un equilibrio familiar fuertemente influenciado por las creencias culturales.