El presente artículo intenta mostrar, a partir de una esmerada lectura de El yo y el ello, la actualidad de la hipótesis freudiana de 1923 sobre la sublimación intrínsecamente contradictoria, entre exitosa operación de transformación salvadora de la líbido y riesgo corolario de desligazón entre eros y pulsión de muerte. Se hace hincapié en la ostensible diferencia que existe entre la definición precisa de la sublimación en tanto que metamorfosis del polimorfismo sexual infantil en polimorfismo artístico y literario, y su definición como mera desexualización, y que la misma evoluciona fácilmente en desublimación depresiva. Cuando la represión ya no basta, una escisión se manifiesta, y tal vez estamos en presencia de un estado límite de la neurosis: avancemos pues la hipótesis que una ola alucinatoria amenaza al yo y demanda recurrir a la sublimación en tanto que solución de urgencia. Escisión o sublimación, de eso se trata. Algunos ejemplos literarios clásicos (Hugo, Breton, Aragon, Gracq) ilustran la hipótesis – la misma también aclara las antisublimaciones modernas, específicamente ciertas tendencias del arte contemporáneo y de contra-culturas adolescentes, para quienes la desligazón constituye un valor. Demás formas de creación sugieren salidas más positivas, en el que la contradicción entre las pulsiones y la estética de lo sublime está menos tensionada.