Los procesos sustitutivos de los sueños se alimentan del simbolismo de la cultura y abren la vía a una elaboración sobre sí mismo, lo que convierte el sueño en una herramienta valiosa en etnopsiquiatría, siempre y cuando se disponga de un saber antropológico. Gracias a una metodología en la que se entrecruzan una investigación de terreno con mujeres de un medio rural y de un subgrupo berebere del Touat-Gourara (Sahara argelino) y de la región de Angad (noreste de Marruecos), un análisis de fuentes históricas, y de unas lecturas sobre los usos del sueño en la tradición musulmana, pondremos en evidencia que son sobre todo las mujeres quienes son sensibles a la actividad onírica inscrita en las prácticas de adivinación que nos conducen al Libro de los Sueños de Ibn Sirin. Las fuentes históricas consultadas nos revelan una convergencia de las concepciones del sueño en el Islam, en la Grecia antigua y en Freud, en razón de similitudes significativas a nivel simbólico y mítico. Llegamos a la conclusión de que el sueño ofrece suficiente espacio a la etnopsiquiatría para pasar de un modelo antropológico, de una tradición onírica hacia una técnica más conforme con la tradición freudiana.